Las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) son pilares fundamentales en nuestra parroquia, ofreciendo un espacio más íntimo y personal para el encuentro, reflexión y acción concreta. Distribuidas en tres comunidades diferenciadas, cada una se reúne en las casas de sus miembros, creando un ambiente acogedor y cercano, donde la vivencia del Evangelio se siente como una experiencia compartida entre familia y amigos.
Estas comunidades son auténticas expresiones de una Iglesia viva y en movimiento. En los hogares de nuestros hermanos y hermanas, la Palabra de Dios se contempla, se discute y, lo más importante, se vive de manera práctica. Los miembros de las CEB se comprometen no solo a entender las escrituras, sino a ser agentes activos de cambio, llevando el mensaje de amor y esperanza a cada rincón de nuestra comunidad.
En las Comunidades Eclesiales de Base, la fe se vive en unión y diálogo constante con las realidades actuales, y con una especial inclinación hacia aquellos más vulnerables y marginados. Aquí, la oración y el estudio no son solo actividades pasivas, sino el motor que impulsa acciones concretas, haciendo eco del llamado de Jesús a ser luz y sal del mundo.
Nuestras tres CEB, al reunirse en los hogares, reflejan la esencia de una fe vivida en comunidad, mostrando que cuando las personas se unen en sus propios espacios con propósito y amor, la presencia transformadora de Dios se manifiesta de manera profunda y tangible.